«Queríamos saber si compartir es algo natural, si todos sentimos la necesidad de reparar la injusticia, y se lo preguntamos a los niños. ¿Quieres saber qué ocurrió?».
Deberíamos aprender a volver a ser niños porque en algún momento de nuestras vidas dejamos de ser humanos.
Experimento Comparte, de Acción Contra el Hambre.
Qué curioso, yo que pensaba que los niños eran los más egoístas. ¿Será un experimento de verdad o de guión? De todas formas son niñitos del primer mundo con caras de pasar mucha hambre. Yo por lo menos de pequeña me hacían un favor si por ejemplo el perro me ayudaba a terminarme la merienda! Me pregunto si un niño hambriento compartiria con la misma alegría.. En todo caso como campaña contra el hambre funciona genial, q es lo importante.
Claro, es una campaña de sensibilización, no pretende ser un experimento. En ese caso, como mínimo, la muestra debería haber sido más amplia –en número– y variada –edad, etnia, procedencia, recursos de la familia, etc–. Lo que sí es cierto es que hace unos meses un estudio de Universidad de Washington demostró que los bebés muestran sentido de la justicia y del altruismo desde los 15 meses [http://www.larazon.es/noticia/543-los-bebes-demuestran-sentido-de-la-justicia-y-del-altruismo-desde-los-15-meses].
De todas formas, yo entiendo esta campaña como una metáfora. Nosotros, los “niñitos del primer mundo”, como tú dices, destapamos la bandeja y nos encontramos con nuestro sándwich, que nos alimenta el doble de lo que realmente necesitamos (“Este mundo produce el doble de alimentos de los que necesitamos”), y en vez de compartir la mitad, la tiramos (“Un tercio de la comida que se produce en el mundo acaba en el cubo de la basura”).